Descripción
En una buena mesa se disfruta cada instante. Llegan los platos: olores familiares, sabores de siempre. Comida tradicional andaluza con algún toque sorprendente. Todo tan cercano que es fácil dejarse llevar por el momento. Entonces, el tiempo desaparece entre conversaciones y risas. Algo que sólo consigue un excelente restaurante.